La pedagogía crítica puede considerarse como un campo de investigación que transita tanto de multidisciplinariedad, la interdisciplina como la transdisciplinariedad, que incorpora en forma revitalizante y creativa, los elementos heurísticos de la teoría crítica, el psicoanálisis, la teoría de la complejidad, el pensamiento latinoamericano, la filosofía y la teología de la liberación, los estudios culturales, poscoloniales, el ambientalismo crítico, los diversos posicionamientos y estudios de género, la sociología y la antropología crítica, derivadas de una perspectiva crítica del mundo.
La pedagogía crítica es una alternativa que puede conducir hacia la forma de conciencia no sabía dentro de los límites de la educación sino también en la frontera de otros recortes de la realidad como la salud, el medioambiente, la economía y la política. Es a la vez una propedéutica de formación para una ciudadanía equitativa y democrática.
La pedagogía crítica tiene un carácter orientador de las prácticas educativas; es el resultado dialéctico de la contradicción entre teoría y práctica, es por ello, que se constituye en una praxis pedagógica.
La pedagogía crítica representa un posicionamiento político emancipatorio situado desde la actividad docente, académica, social, cultural e investigativa, que concibe tanto a los espacios como a los procesos educadores como objetos complejos y contradictorios, como entramados en disputa vertebrados por el poder.
La pedagogía crítica plantea a las instituciones, agentes, movimientos sociales y colectivos, la posibilidad de transgredir las formas unilaterales y verticalistas de ejercer el poder para educar, es decir, ofrece argumentos teóricos que permiten visibilizar las relaciones de poder y la violencia simbólica en los actos pedagógicos. Propone sólo diversas aproximaciones metodológicas para intervenir en las distintas agencias educadoras, si no, sobre todo, propicia y fomenta la creación imaginativa de nuevas maneras de enseñar y aprender a través de un posicionamiento ético y político en pro de los desfavorecidos y por una relación sana con la naturaleza. En suma, la pedagogía crítica representa la posibilidad de adquirir y desarrollar una conciencia planetaria, una mirada crítica de la realidad y un modo congruente de actuar en el mundo.